lunes, 27 de octubre de 2008

miércoles, 22 de octubre de 2008

sábado, 18 de octubre de 2008

teatro antiguo...

El teatro: un antiguo espectáculo

El teatro es una manifestación artística, que tuvo origen hace cientos de años. Se cree que los primeros hombres que lo realizaron fueron los griegos, aproximadamente en el siglo IV antes de Cristo.

De hecho la palabra teatro viene del griego thestron, que significa lugar donde se mira, y de la palabra drama, que también viene del griego, y quiere decir acción.

Los griegos hacían representaciones ligadas a su propia religión. Normalmente espectadores y actores se juntaban en la orilla de los cerros. Los primeros se instalaban en las faldas, con el fin de escuchar y ver la obra sin problemas.

De todas forma, los actores usaban unos zapatos altos (una especie de zancos) para que se los pueda ver de lejos, y hablaban utilizando unos conos, que aumentaban el volumen de su voz.

Su vestuario eran simples túnicas. También se ponían mascaras que representaban el estado de ánimo del personaje. De ahí viene las conocidas mascaras de la alegría y la tristeza, que son el símbolo del teatro.

Con el tiempo el teatro evolucionó. El hombre construyó lugares especiales para las representaciones, más cómodos y con mejores condiciones de luz y de acústica, y las obras comenzaron a escribirse antes de realizarse en el escenario, como una manera de ordenar la representación. Así es como surgió el genero dramático.

El ambiente: espacio y tiempo

En el mundo dramático, el ambiente el ambiente se encuentra determinado por el espacio y el tiempo.

Cuando decimos ambiente, nos referimos a la situación en la que se desarrolla la obra, al lugar físico y al tiempo en el que se mueven los personajes.

Distintos lugares

El espacio refiere tanto al lugar geográfico, como al lugar físico en el que se sitúa la obra. En las obras dramáticas, la información sobre ellos se nos da mediante el leguaje acotado.

Luego, cada vez que comienza un cuadro nuevo, nos dirán cuáles son los elementos que constituyen el espacio físico, es decir, si la acción transcurre en in patio, en el interior de una iglesia, en un hospital, etc.

Los escenarios posibles son muchísimos, y sol dependen de las necesidades de la obra.

Esto es particularmente importante para el director, quien llevara a cabo la obra teatral, ya que a partir de los antecedentes que se den en la obra, él podrá guiarse para hacer la puesta en escena. Hay obras dramáticas que exigen más creatividad y capacidad interpretativa del director en este aspecto. Por ejemplo: una obra que se situe en el desierto, ¿cómo podrá él dar la impresión de desierto en un escenario?.

Dos visiones

El tiempo que transcurre en el mundo dramático puede considerarse desde dos puntos de vista. Por un lado, debemos considerar el tiempo total en que se supone que se llevó a cabo el conflicto. Por ejemplo, si una obra muestra la situación de una señora que pelea con su marido, y esto ocurre desde hace años, esos años forman parte del tiempo total. Esto, aunque no se nos haya mostrado qué ocurrió en ellos, sino que solo se nos haya hablado de ese tiempo, aludiéndose a él. Por esto, este tiempo se llama tiempo aludido.

Por otra parte, el tiempo se puede considerar contando solo el tiempo ficticio que transcurre desde que comienza la obra hasta que termina. Este puede ser uno o varios días, meses o incluso años. Por ejemplo: el primer acto puede mostrarnos una época determinada, y el segundo acto, que han pasado muchos años. A este tiempo, que es el que transcurre en la obra al momento de leerla o de verla representada, lo llamamos tiempo dramático.

Por lo tato, el tiempo total en una obra dramática incluye el tiempo aludido y el tiempo dramático.

Aclaración

Es importante que aclaremos que en las obras dramáticas se produce lo anterior con el tiempo, debido a la finalidad de las obras dramáticas, que es la de ser representadas.

Evidentemente, ningún dramaturgo puede pretender que el publico que este viendo la obre durante un día entero, ni durante muchas horas. La duración de una obra dramática esta limitada al tiempo que demore en escena, una ves convertida en obra teatral. Esto suele ser un lapso de dos horas, aproximadamente.

Por la misma razón, la obra debe ser breve y compacta. Ello obliga a utilizar el tiempo aludido además del dramático, en que los espectadores (y lectores) puedan enterarse de algunas cosas que ocurrieron antes, con solo mencionarlas, sin que tengan que verlas (o leerlas) personalmente.

Los personajes

Los personajes constituyen el segundo elemento dentro del mundo dramático.

Al igual que las obras narrativas, en las obras dramáticas existen personajes, seres creados por el dramaturgo, que cobran vida en la ficción de la obra. Ellos dicen sus parlamentos y, a través de sus palabras, nos ayudan a configurar la acción.

Recordemos que los personajes se mueven, hacer gestos, llevan vestimenta, y los lectores nos enteramos de todo esto mediante las acotaciones.

Es importante que señalemos que estos personajes, que existen en la obra dramática, son encarnados por actores al momento de representar la obra y convertirla en una pieza teatral. Los actores son personas reales, que pueden dar vida a distintos personajes, según las obras que realicen.

En las obras dramáticas existen varios tipos de personajes. Estos son:

  • el protagonista,
  • el antagonista,
  • los personajes secundarios,
  • los personajes colectivos y
  • los personajes alegóricos.

El protagonista

Es el personaje principal, el más importante. Es quien representa a una de las fuerzas que normalmente existen en la obra dramática, y que se encuentran en conflicto.

Lo común es que el protagonista siempre trate de buscar la solución del conflicto de buena manera. Es un personaje con el cual el lector o el publico se identifica; al leer o presenciar la obra se ¨solidariza¨ con él, se pone de su lado.

El antagonista

Es también un personaje importante y representa la otra fuerza que lucha. El antagonista es, entonces, quien se opone al protagonista, está en contra de que él logre sus fines.

Dicho de un modo familiar, el antagonista es el malo de la historia. Él retrasa la solución del conflicto, y los lectores y espectadores destinatarios de la obra, generalmente no están de su lado, no queremos que triunfe.

Parejas famosas de protagonistas y antagonistas son, por ejemplo, Batman y el Guasón, el Correcaminos y el Coyote, etc.

Personajes secundarios

Son aquellos que no representan una de las dos fuerzas en conflicto, sino que se suman a una de las dos, dando su apoyo ya sea al protagonista o al antagonista.

No hay que creer que por ser secundarios, esto personajes tiene menos importancia dentro de la obra. Lo que sucede es que el conflicto no esta centrado en ellos, pero su acción es igualmente definitiva para el desenlace de la obra y su presencia es esencial.

Personajes colectivos

Son un tipo de personaje que, a pesar de ser una sola persona, representa a muchas otras; es como si fuera la encarnación de un grupo. Puede ser, por ejemplo, un representante del pueblo, o de los súbditos del rey.

Personajes alegóricos

Constituyen la encarnación de aquellas cosas abstractas, que no son personas. Evidentemente, estos son personajes simbólicos, a los que se les dan las características de aquellas cosas a las que representan.

Esto ocurre en aquellas obras donde participan como personajes La Primavera, por ejemplo, o La Muerte, representada como una mujer vestida de negro, que aparece de pronto. En una famosa obra dramática llamada El Gran Teatro del Mundo, intervienen varios de estos personajes, como el Mundo, quien aparece en escena como si fuera una persona, que representa al universo entero.

El mundo dramático

Cuando estudiamos el genero narrativo vinos que en las obras que pertenecen a él, existía un mundo narrado. Lo mismo ocurre en las obras dramáticas.

En ellas existe un mundo dramático; es una nueva realidad, un mundo nuevo, ficticio, pero que parece real cuando nos aventuramos a leer una obra dramática, y mucho más cuando podemos presenciar su representación escénica, es decir, cuando la vemos convertida en obra teatral.

En este mundo nuevo, literario, existen tres elementos: la acción, los personajes y el ambiente, determinado por el espacio y el tiempo. Estos dos últimos ya los hemos desarrollado, por lo tanto desarrollaremos la acción.

La acción

Constituye la parte más importante de la obra dramática. En el mundo narrado no se habla de acción, sino de acontecimientos.

En el caso de la obra dramática, no hablamos de acontecimientos, ya que ellos no constituyen lo esencial de la obra. No importa que ocurra, sino el hecho de que esta ocurriendo algo (lo que sea) y ese algo esta ocurriendo en ese preciso momento, que vuelve a ser presente cada vez que leemos una obra dramática, o que vemos una obra teatral.

Recordemos que en el caso de las obras dramáticas, no hay nadie que nos cuente lo que esta sucediendo; nos enteramos de ello a través de las acciones de los distintos personajes.

Ahora bien, la acción, o trama de la obra, como ya dijimos, está siempre basada en un conflicto, en una realidad problemática que angustia o perturba al hombre, y que suele estar manifestada en dos fuerzas opositoras que luchan entre si: el bien y el mal, la muerte y la vida, el amor y el odio, etc. Para plantearnos este conflicto, la acción consta de lo que llamamos instancias dramáticas.

Instancias

Con este nombre se designa a los distintos momentos de la acción que se nos presenta en una obra dramática.

Estos son, la mayor parte de las veces, claramente diferentes. Son tres: la presentación, el desarrollo y el desenlace.

  • Presentación: es la parte inicial de la obra, cuando se nos muestra las líneas generales de lo que tratara la obra. En este momento se deja más o meno perfilado el conflicto, aparecen los personajes que van a intervenir y se nos muestran todas las cartas del juego. Normalmente, en las obras que están divididas en actos, la presentación corresponde al primer acto.
  • Desarrollo: es la segunda parte de la obra, generalmente la más larga. En ella se nos muestra que curso van tomando los acontecimientos, cómo se mueven los personajes para lograr sus distintos objetivos, y cómo va aumentando el conflicto, hasta el punto que es el de mayor tensión, donde el problema alcanza su máximo grado. Este punto lo denominamos clímax. La mayor parte de las veces, el segundo acto, que coincide con el desarrollo de la obra, llega a su fin una vez producido el clímax.
  • Desenlace: es la parte final de la obra, donde la madeja del problema ya se ha desenredado, las cosas vuelven a la normalidad,

el conflicto se acaba.

Esto no quiere decir que siempre las obras dramáticas terminen con un final feliz, ya que un conflicto puede solucionarse, por ejemplo, con la muerte del protagonista. El final puede ser bueno o malo, triste o alegre, pero, en este momento, casi siempre el conflicto acaba por despejarse. Existen algunas obras en las que el conflicto no se soluciona, pero eso no es lo usual.

Normalmente, esta instancia dramática es más breve que las anteriores, y suele coincidir con el tercer acto, en las obras que lo tienen. Asimismo, hay obras en las que el clímax está en el tercer acto.

Estructura de la obra dramática

La obra dramática posee una estructura especial, es decir, esta constituida en forma particular y propia. Está dividida en actos, que normalmente son tres y sirven para separar los momentos dentro de la historia.

Capítulos, cuadros y escenas

En cada acto se presenta una especie de capítulo distinto, que muestra como se va desarrollando la historia.

Dentro de cada acto pueden encontrarse distintos cuadros. El cuadro es una división que se genera cuando hay un cambio de escenografía, cuando el lugar donde se desarrolla la acción es distinto. Si la acción transcurre en el interior de una casa, y luego se muestra a los personajes en el jardín, ha comenzado un nuevo cuadro.

Dentro de los actos también hay otras divisiones más pequeñas, que son las escenas. Estas comienzan o terminan cuando un personaje nuevo entra o sale del escenario. Es decir, si al comienzo de la acción (primera escena) hay tres personajes y uno de ellos se retira, ahí es cuando comienza la segunda escena. Lo mismo ocurrirá si en lugar de retirarse, entra el personaje.

Es importante decir que estas divisiones no son obligatorias. Hay obras dramáticas que, por ejemplo, estás escritas en un solo acto. también, algunos dramaturgos no señalan los comienzos de escenas ni de cuadros en sus obras.

De todas formas, hacer estas divisiones tiene por objeto ayudar al posible director de la obra teatral. Es a él a quien le servirán como guía para cuando realice el montaje de dicha obra, pero no significa que siempre tengan que estar presentes.














Teatro

El teatro (del griego Theatrón, "lugar para contemplar") es la rama del arte escénico relacionada con la actuación, que representa historias frente a una audiencia usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también el género literario que comprende las obras concebidas en un escenario, ante un público. El Día del Teatro se celebra el 27 de marzo.

En adición a la narrativa común, el estilo de diálogo, el teatro también toma otras formas como la ópera, el ballet, el mimo, la ópera china y la pantomima.

Teatro

Teatro

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Aproximación histórica

La mayoría de los estudios consideran que los orígenes del teatro deben buscarse en la evolución de los rituales mágicos relacionados con la caza, al igual que las pinturas rupestres, o la recolección agrícola que, tras la introducción de la música y la danza, se embocaron en auténticas ceremonias dramáticas donde se rendía culto a los dioses y se expresaban los principios espirituales de la comunidad. Este carácter de manifestación sagrada resulta un factor común a la aparición del teatro en todas las civilizaciones.

África

El teatro africano, entre tradición e historia, se está encauzando actualmente por nuevas vías. Todo predispone en África al teatro. El sentido del ritmo y de la mímica, la afición por la palabra y la verborrea son cualidades que todos los africanos comparten en mayor o menor medida y que hacen de ellos actores natos. La vida cotidiana de los africanos transcurre al ritmo de variadas ceremonias, rituales o religiosas, concebidas y vividas generalmente como verdaderos espectáculos. No obstante, aunque África ha conocido desde siempre este tipo de ceremonias, cabe preguntarse si se trataba realmente de teatro; a los ojos de muchos, estos espectáculos están demasiado cargados de significado religioso para que puedan considerarse como tal. Otros estiman que los tipos de teatro africanos guardan cierto parecido, como en otros tiempos la tragedia griega, como un preteatro que nunca llegara totalmente a ser teatro si no se desacraliza. La fuerza y las posibilidades de supervivencia del teatro negro residirán, por lo tanto, en su capacidad para conservar su especificidad. en el África independiente está tomando forma un nuevo teatro.


Nuevo Teatro: Se trata de un teatro comprometido, incluso militante, concebido para defender la identidad de un pueblo que ha logrado su independencia.


Teatro de Vanguardia: Se orienta actualmente hacia una investigación sobre el papel de actor, próxima a la de Jerzy Grotowski y su teatro laboratorio. Así, en Libreville, Gabón, se formó en 1970 un teatro vanguardista que realizo dos espectáculos que dejaron una huella perdurable en las jóvenes generaciones de comediantes. Otra vía de investigación es el teatro de silencio, creado por François Rosira, cuyo fin era realizar espectáculos en los que el canto, el recitado, la música y el baile se complementen en perfecta armonía.

Antiguo Egipto

En Antiguo Egipto, a mediados del segundo milenio antes de la edad cristiana, se representaban ya dramas acerca de la muerte y resurrección de Osiris. Se comienza el teatro por medio de máscaras y dramatizaciones con ellas.

Grecia y Roma

Sófocles

Sófocles

Las raíces en ritos órficos y en los festivales celebrados para Dioniso, donde se llevaban a cabo las escenificaciones de la vida de los dioses acompañadas de danzas y cantos (Ditirambos). Más tarde comenzaron las primeras representaciones ya propiamente dramáticas, ejecutadas en las plazas de los pueblos por compañías que incluían solo un actor y un coro. A fines del Siglo VI a.C alcanzó extraordinaria celebridad el legendario poeta e intérprete Tespis, en cuyo honor la frase el carro de Tespis alude, aún hoy, al conjunto del mundo del teatro.

El teatro griego surge tras la evolución de las artes y ceremonias griegas como la fiesta de la vendimia (ofrecida a Dionisios) donde los jóvenes iban danzando y cantando hacia el templo del dios, a ofrecerle las mejores vides. Luego un joven que resaltó entre el grupo de jóvenes se transformó en el Corifeo o maestro del coro, quien dirigió al grupo. Con el tiempo aparecieron el bardo y el rapsoda, que eran recitadores.

En el curso del siglo V a. C., durante la edad clásica de Grecia, se establecieron los modelos tradicionales de la tragedia y la comedia, y los dramaturgos Esquilo y Sófocles añadieron respectivamente un segundo y tercer actor a la acción, lo que dio a ésta una complejidad que hacía necesaria la creación de mayores escenarios. Para ello se erigieron grandes teatros de piedra, entre los que cabe citar el aún conservado de Epidauro en el siglo V a. C., capaz de albergar unas 12.000 personas, y el de Dioniso, en Atenas, en el siglo IV A.C. Su construcción se realizaba mediante el aprovechamiento de las faldas de una colina, donde se disponían en forma semicircular las gradas que rodeaban la orquestra, espacio circular en el que se efectuaba la mayor parte de de la representación. Tras la orquestra se levantaba una edificación llamada skené, escena, destinada a que los actores cambiaran su vestimenta. Delante de ella se levantaba una pared columnada, el proscenio, que podía sostener superficies pintadas que evocaban el lugar de la acción. Estos decorados, junto con las túnicas y máscaras empleadas por los actores y algunas máquinas rudimentarias, constituían todo el aparato escénico.

Las representaciones del teatro griego se hacían al aire libre, contaba con coro (dirigido por el Corifeo o maestro del coro) que cantaba [el coro] y danzaba en torno a un altar. En el teatro griego se representaban dos tipos de obras: la tragedia, obra dramática de final desgraciado que trataba de temas de leyendas heroicas y utilizaba, oportunamente, a los dioses para su final, y la comedia satírica, que criticaba humorísticamente a políticos y a las obras e incurrían en una mímica iniciada por un coro de sátiros, y comedias que tenían por tema asuntos de la vida cotidiana; todas estaban escritas en verso y utilizaban máscaras.

Teatro romano

Los teatros romanos heredaron los rasgos fundamentales de los griegos, si bien introdujeron ciertos elementos distintivos. Construidos inicialmente en madera, sólo en el año 52 a. C. Pompeyo, erigió en Roma el primero en piedra. A diferencia de sus modelos helénicos, se levantaban sobre el suelo plano y poseían varias plantas erigidas en mampostería. Con objeto de mejorar la acústica, los arquitectos romanos redujeron la orquestra a un semicírculo, y los espectáculos se presentaban sobre una plataforma, el pulpitum, levantada delante de la antigua skene que constituye el origen de los modernos escenarios. La frons scaenae era una fachada monumental de varios pisos, que servía de fondo de escenario. El graderío (cávea) se divide en 3 partes: Ima, media y suma , ubicándose la primera en la zona inferior donde se sentaban los senadores y la clase dirigente; quedando asentados en la superior las mujeres y los esclavos y en la media el pueblo llano. El conjunto podía cubrirse con un velum. Roma optó también por la comedia, ya que éstos tomaron el teatro como una manera de divertirse o entretenerse.

Civilizaciones americanas

En las culturas americanas prehispánicas el teatro llegó a adquirir un notable desarrollo, particularmente entre los mayas,una de las obras más representativas del teatro maya es el drama quiche Rabinal Achí el teatro maya se hallaba parcialmente vinculado a los ciclos agrícolas y a la epica de sus eventos históricos, y entre los aztecas e Incas, sociedades que en correspondencia con su estructura teocrática dieron a sus actividades teatrales un matiz eminentemente guerrero y religioso.

Civilizaciones orientales

Representación del teatro Nô, 能

Representación del teatro Nô, 能

Las manifestaciones dramáticas en Asia se remontan a épocas antiquísimas. En China se practicaban ya, bajo la forma de poemas escenificados, a fines del segundo milenio antes de la era cristiana. En la India su aparición fue posterior, mas el hecho de que en el Mahabhárata, poema épico que adquirió su forma definitiva hacia el siglo IV a. C., se mencione específicamente este arte revela la existencia de remotas formas teatrales relacionadas con las creencias védicas. El carácter marcadamente ritual y simbólico del teatro oriental que determinó un protagonismo de la música y la danza muy superior a la occidental, marcó asimismo en Japón, el desarrollo del teatro 能, en español llamado surgido en el siglo XV, del que dos centurias más tarde brotó el 歌舞伎 o kabuki, el más popular, y basado sobre todo en la capacidad de los intérpretes, y en la apelación a los sentidos antes que al intelecto.

Edad Media europea

Tras siglos de olvido, la recuperación del teatro en Occidente tuvo principal apoyo en el clero, que lo empleó con fines didácticos. Así, desde el siglo XI, fue habitual la representación en las iglesias de misterios y moralidades, cuyo objeto era presentar de forma sencilla la doctrina cristiana a los fieles. A fin de facilitar la comprensión, el latín cedió paso paulatinamente a las lenguas vernáculas, y en los siglos XIII y XIV, tanto las piezas religiosas como las florecientes farsas profanas comenzaron a representarse.

Renacimiento

La eclosión del Renacimiento en Italia tuvo consecuencias decisivas sobre la evolución del teatro, pues, al surgir una producción dramática de carácter culto, inspirada en los modelos clásicos y destinada a las clases aristocráticas, se generalizó en el transcurso del siglo XVI la construcción de salas cubiertas y dotadas de mayores comodidades.

Teatro en Italia

Como primero de los teatros modernos suele citarse el Olímpico de Vicenza, diseñado por Andrea Palladio y finalizado en 1585, que constituía una versión de los modelos romanos y presentaba, al fondo del escenario, una perspectiva tridimensional con vistas urbanas. El modelo clásico del teatro italiano, vigente en muchos aspectos, fue no obstante el teatro Farnese de Parma, erigido en 1618, cuya estructura incluía el escenario, enmarcado por un arco proscenio y separado del público por un telón, y una platea en forma de herradura rodeada por varios pisos de galerías. Durante este tiempo se desarrolló también en Italia una forma de teatro popular, la comedia del arte, que con su énfasis en la libertad de improvisación del actor dio un gran avance a la técnica interpretativa.

Teatro en el Reino Unido

William Shakespeare

William Shakespeare

The Globe Theatre

The Globe Theatre

Muy diferentes fueron los teatros erigidos en Inglaterra durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, época de excepcional esplendor del género dramático, entre los que se destacó el londinense The Globe donde presentaba sus obras William Shakespeare. Carentes de techo y construidos de madera, su rasgo más característico era el escenario elevado rectangular, en torno al cual el público rodeaba a los actores por tres lados, mientras las galerías se reservaban para la nobleza.

Barroco y Neoclasicismo

El transcurso de los siglos XVII y XVIII dio lugar a un gran enriquecimiento de la escenografía. La recuperación por parte del drama clásico francés de la regla de las tres unidades— acción, tiempo y lugar — hizo innecesaria la simultaneidad de decorados, con lo que se empleó sólo uno en cada acto, y pronto se generalizó la costumbre de cambiarlos en los entreactos. Posteriormente, la creciente popularidad de la ópera, que requería varios montajes, favoreció el desarrollo de máquinas perfeccionadas que dieran mayor apariencia de veracidad a efectos tales como: la desaparición de actores y la simulación de vuelos — las llamadas "glorias", por ejemplo hacían posible el descenso de las alturas del escenario de una nube que portaba a los cantantes—. El teatro de la Scala de Milán, finalizado en 1778, constituye un ejemplo de las grandes dimensiones que eran precisas para albergar tanto al público como a la tramoya y al aparata escénico.

Teatro Moderno

Durante la mayor parte del siglo XIX las ideas arquitectónicas y escenográficas se mantuvieron en esencia inalterables, si bien las exigencias de libertad creativa iniciadas por los autores románticos condujeron a fines de la centuria a un replanteamiento general del arte dramático en sus diversos aspectos.

Fundamental en este sentido fue la construcción del monumental Festspielhaus de Bayreuth, Alemania, erigido en 1876 de acuerdo con las instrucciones del compositor Richard Wagner, que constituyó la primera ruptura respecto a los modelos italianos. Su diseño en abanico, con la platea escalonada, el oscurecimiento del auditorio durante su representación y la ubicación de la orquesta en un pequeño foso, eran elementos concebidos para centrar la atención de los espectadores sobre la acción y abolir en lo posible la separación entre escenario y público.

Esta exigencia de integración entre el marco arquitectónico, la escenografía y la representación fue acentuada en los últimos decenios del siglo XIX y primeros del XX por la creciente importancia concedida a la figura del director gracias a personalidades como el alemán Max Reinhardt, autor de espectaculares montajes, el francés André Antoine, adalid del naturalismo, el ruso Konstantín Stanislavski, director y actor cuyo método de interpretación ejercería gran influencia sobre el teatro moderno, o el escenógrafo británico Edgard Gordon Craig, que en su defensa de un teatro poético y estilizado abogó por la creación de escenarios más sencillos y dúctiles.

La aparición del teatro moderno, pues, se caracterizó por su absoluta libertad de planteamiento mediante el diálogo con formas tradicionales y las nuevas posibilidades técnicas darían lugar a una singular transformación del arte teatral. En el campo del diseño arquitectónico y escenográfico las mayores innovaciones se debieron al desarrollo de nueva maquinaria y al auge adquirido por el arte de la iluminación, circunstancias que permitieron la creación de escenarios dotados de mayor plasticidad (circulares, móviles, transformables, etc.) y liberaron al teatro de la apariencia pictórica proporcionada por la estructura clásica del arco del proscenio.

Elementos básicos

El teatro como se ha podido observar, constituye un todo orgánico del que sus diferentes elementos forman una parte indisoluble. Esos elementos, no obstante, poseen cada uno características y leyes propias y, en función de la época, de la personalidad del director o de otras circunstancias, es habitual que se conceda a unos u otros mayor relevancia dentro del conjunto.estos elementos son:

Texto

Las obras dramáticas se escriben en diálogos y en primera persona, en el que existe las acciones que van entre paréntesis, (llamado lenguaje acotacional)

En la tradición occidental, el texto, la obra dramática, se ha considerado siempre la pieza esencial del teatro, llamado "el arte de la palabra". Dado que, de forma más matizada, esta orientación predomina también en las culturas orientales, cabe cuando menos admitir como justificada tal primacía. A este respecto deben hacerse, no obstante, dos consideraciones: en primer lugar, el texto no agota el hecho teatral, pues una obra dramática no es teatro hasta que se representa, lo que implica como mínimo el elemento de la actuación; en segundo lugar, son numerosas las formas dramáticas arcaicas y los espectáculos modernos que prescinden por completo de la palabra o la subordinan a elementos cual la mímica, la expresión corporal, la danza, la música, el despliegue escénico.

El hecho de que la obra sólo adquiera plena vigencia en la representación determina además el carácter distintivo de la escritura dramática respecto a otros géneros literarios. La mayoría de los grandes dramaturgos de todos los tiempos, desde los clásicos griegos al inglés William Shakespeare, el francés Molière, el español Pedro Calderón de la Barca o el alemán Bertolt Brecht, basaron sus creaciones en un conocimiento directo y profundo de los recursos escénicos e interpretativos y en una sabia utilización de sus posibilidades.

Dirección

La personalidad del director como artista creativo por derecho propio sólo se consolidó, según se apuntó anteriormente, a fines del siglo XIX. Su figura, de cualquier forma, había existido siempre, en cuanto responsable de la coordinación de los elementos que representan, desde la escenografía a la interpretación. A él corresponde, en definitiva, convertir el texto, si existe, en teatro, por medio de los procedimientos que juzgue precisos. para inducir a la reflexión por los alemanes Bertolt Brecht y Erwin Piscator o el ascetismo del polaco Jerzy Grotowski

Actuación

Artículo principal: Actuación

Las técnicas de actuación han variado enormemente a lo largo de la historia y no siempre de manera uniforme. En el teatro occidental clásico, por ejemplo los grandes actores, los "monstruos sagrados", tendían a enfatizar las emociones con objeto de destacar el contenido de la obra, en la comedia del arte el intérprete dejaba rienda suelta a su instinto; los actores japoneses del y kabuki, hacen patentes determinados estados de ánimo por medio de gestos simbólicos, bien de gran sutileza o deliberadamente exagerados.

En el teatro moderno se ha impuesto por lo general la orientación naturalista, en que el actor por medio de adquisición de técnicas corporales y psicológicas y del estudio de sí mismo y del personaje, procura recrear en escena la personalidad de éste. Tal opción, evolucionada en sus rasgos fundamentales a partir de las enseñanzas del ruso Konstantín Stanislavski y muy extendida en el ámbito cinematográfico, no es desde luego la única y en último extremo la elección de un estilo interpretativo depende de características del espectáculo y de las indicaciones del director.

Sin embargo, actualmente, a inicios del siglo XXI, la actuación teatral con tendencia naturalista está siendo replanteada seriamente. La teatralidad contemporánea requiere una crítica del naturalismo como simple reproducción del comportamiento humano, pero sin lazos con su entorno. Actualmente ha habido grandes transformaciones del trabajo de Stanislavsky siendo las más importantes Antonin Artaud, Jerzy Grotowsky Etienne Decroux y Eugenio Barba. Estas técnicas, llamadas actualmente extracotidianas implican una compleja síntesis de los signos escénicos.

Otros elementos

El balcón de Julieta, en Verona, de la obra creada por Shakespeare

El balcón de Julieta, en Verona, de la obra creada por Shakespeare

De forma estricta, se entiende por decorado al ambiente en que se desarrolla una representación dramática, y por escenografía, al arte de crear los decorados. Hoy en día, tiende a introducirse en el concepto de "aparato escenográfico" a todos los elementos que permiten la creación de ese ambiente, entre los que cabría destacar fundamentalmente a la maquinaria o tramoya y la iluminación.

En la antigüedad, la escenografía se hallaba condicionada a limitaciones técnicas y arquitectónicas, circunstancia que se mantuvo durante toda la Edad Media. Fue ya a fines del Renacimiento y, sobre todo, durante los siglos XVII y XVIII, cuando la escenografía comenzó a adquirir realce, gracias al perfeccionamiento de la perspectiva pictórica, que permitió dotar de mayor apariencia de profundidad al decorado, y posteriormente al desarrollo de la maquinaria teatral. En el siglo XIX, con la introducción del drama realista, el decorado se convirtió en el elemento básico de la representación. El descubrimiento de la luz eléctrica, en fin, dio pie al auge de la iluminación. Las candilejas, que en principio eran un elemento accesorio, se consideran poéticamente un símbolo del arte teatral.

Estrechamente vinculado con la concepción escénica, se ha hallado siempre el vestuario. En el teatro griego, la tosquedad de los decorados se compensaba por medio de mascaras —trágicas o cómicas— y las túnicas estilizadas de los actores, cuyo objeto era de resaltar el carácter arquetípico de los personajes. Durante el Barroco y el Neoclasicismo adquirieron importancia el maquillaje y el vestuario, si bien éste se empleó a menudo de forma anacrónica — se representaba por ejemplo una obra ambientada en Roma con ropajes franceses del siglo XVII hasta la aparición del realismo —. En la actualidad, la elección del vestuario no es sino un elemento más dentro de la concepción general del montaje.

Véase también


Teatro

lunes, 13 de octubre de 2008